En el ámbito legal, la Ley de Segunda Oportunidad ha significado un avance significativo para los ciudadanos que se enfrentan a situaciones de insolvencia y endeudamiento. Esta ley ofrece un marco regulatorio que permite a personas físicas y jurídicas reestructurar sus deudas y obtener una nueva oportunidad para comenzar de nuevo. En Figueras Legal, como expertos en la Ley de Segunda Oportunidad, queremos tratar en este artículo el papel del administrador concursal ante la aplicación de esta ley.
¿Qué es el administrador concursal en la Ley de la Segunda Oportunidad?
El administrador concursal es un profesional, normalmente abogados o economistas, designado por el juzgado competente. Su objetivo principal es velar por los intereses de todas las partes de forma neutral y buscar la mejor solución para satisfacer las deudas dentro del marco legal establecido.
Para garantizar esa neutralidad del administrador concursal, la Ley Concursal establece estrictas condiciones de incompatibilidad. Entre ellas se incluye la prohibición de ejercer como administrador en sociedades anónimas o de responsabilidad limitada, haber proporcionado servicios profesionales al deudor o a personas vinculadas a él en los últimos tres años, haber compartido actividades profesionales con el deudor en dicho período, así como estar afectado por incompatibilidades según la normativa de auditoría de cuentas.
¿Cuáles son las funciones del administrador concursal?
El administrador concursal desempeña un papel importante en la aplicación de la Ley de Segunda Oportunidad, siendo responsable de gestionar el proceso concursal de manera efectiva y conforme a la normativa vigente.
En primer lugar, el administrador concursal realiza un exhaustivo análisis de la situación financiera del deudor, evaluando las causas de la insolvencia y presentando un informe detallado al juzgado competente. Además, es tarea del administrador concursal elaborar la relación definitiva de acreedores, especificando el importe de cada crédito. Asimismo, debe preparar un inventario completo de los bienes y derechos del deudor que forman parte de la masa activa del concurso, asegurando una gestión transparente.
Una vez declarado el concurso, el administrador concursal asume la responsabilidad de intervenir las cuentas bancarias del deudor, supervisando y autorizando los movimientos financieros necesarios para proteger los intereses de los acreedores y garantizar la integridad de la masa activa. Además, ejerce el control sobre las facultades de administración y disposición del patrimonio del deudor.
Durante la fase de liquidación, el administrador concursal se encarga de la venta o subasta de los bienes y derechos que integran la masa activa del concurso, con el fin de obtener los fondos necesarios para pagar a los acreedores en la medida de lo posible. Este proceso se realiza de manera ordenada y conforme a los intereses de todas las partes involucradas, buscando maximizar el retorno para los acreedores de manera justa.
Adicionalmente, el administrador concursal evalúa la conducta del deudor para determinar si ha actuado de buena fe y ha colaborado adecuadamente con el juzgado y los procedimientos concursales. Esta evaluación puede influir en la posible exoneración del pasivo insatisfecho que el deudor puede solicitar al concluir el procedimiento.
Cuenta con apoyo especializado
Contar con abogados profesionales especializados en la Ley de Segunda Oportunidad es fundamental para maximizar las posibilidades de éxito y asegurar que el proceso se desarrolle de manera efectiva y conforme a la normativa vigente.
Desde la evaluación inicial para saber si se cumplen los requisitos hasta la preparación de la documentación necesaria y la representación en los tribunales, en Figueras Legal estamos a vuestro lado para ayudaros a dejar las deudas atrás y comenzar de nuevo. Más información en info@figueras.legal.